Sangre derramada llamará más sangre, el odio llamará más odio. No importa cuántas veces se repita, nunca aprenderemos. Los humanos sí que somos criaturas tontas y tristes.
El odio, la venganza, la ira... son círculos viciosos sin final, que sólo traen desgracias. Debemos romperlos y alejarnos de ellos antes de que sea demasiado tarde...